Du er ikke logget ind
Beskrivelse
Londres, siglo XIX Euan deber?a ser el hombre m?s rico de Londres, pero la traici?n de aquellos que llevan su sangre hace que, cuando era tan solo un ni?o, saboreara el l?tigo de los esclavos en sus carnes. Ahora est? dispuesto a todo por destruir a su t?o y recuperar lo que siempre le ha pertenecido. La reina de los gitanos no pide, no suplica, no se inclina ante nadie. Ella ha seguido a su padre en su venganza, descubriendo en el camino a un hombre que desea y ser? suyo, aunque el susodicho no parezca muy dispuesto a ceder. El bar?n descubre en ella a un ser que rompe todas las normas pues, pudiendo ser una dama, disfruta corrompiendo la sociedad a la que ?l tanto se empe?a en regresar. Que dios le ayude o perder? la cabeza por esa hechicera! "Mir? la luna cansada y se recoloc? el sombrerito que hac?a equilibrios sobre su cabeza. Ella sab?a que el mundo no arder?a por su insolencia, tambi?n que los cotilleos que corr?an por Londres le dol?an m?s de lo que era capaz de reconocer.
Se llev? la mano al est?mago y retuvo la arcada que ascendi? con fuerza. Se gir? antes de que Euan se hubiera aproximado demasiado, tomando la palabra con esa fuerza innata que nadie lograr?a arrebatarle, ni siquiera ?l.
- Ha claudicado por m?? - escupi? furiosa - Ha decidido que puede sacrificarse a que lo vean a mi lado? - Se rio sarc?stica.
Puede que estuviera siendo injusta, mas nunca antes se hab?a sentido rechazada por los suyos y la soledad la aguijoneaba con tanta fuerza que quer?a caer. Solo su orgullo la manten?a alzada cuando muchos disfrutar?an ante el espect?culo.
Ella era la reina de los gitanos y nadie la vencer?a.
Perdone mi franqueza, pero hoy no soporto su compa??a. - La voz de ella sali? demasiado aguda. Le dol?a la garganta, era como si el mundo mismo la estuviera estrangulando, tan despacio, que era est?pida por no devolver el golpe.
- Acaso eso deber?a importarme? - pregunt? Euan alzando la ceja apenas un mil?metro - Solo quer?a decirle que me encant? su misiva. - Ninguno de los dos lo crey?, a?n se sorprend?a por las palabras tan mordaces que hab?a usado, muchas de las cuales reverberaban en la cabeza de ?l cuando sinti? el magnetismo de los ojos verdes de su bruja -. No seguir? intentando seducirme? Es una noche hermosa y yo me siento m?s cercano a usted que nunca.
- Ya le dije que no es el momento. - Despu?s de tantas semanas deseando unas palabras parecidas ahora eran una burla m?s del destino que, con crueldad, le estaba arrebatando todo lo que amaba.
- Debo preocuparme? - El bar?n Altman dio un paso en su direcci?n y la tom? de la cintura, ella no pudo evitar ese suspiro necesitado de m?s. Quer?a soltar el infierno que se hab?a formado en su pecho sin lograrlo, demasiado acostumbrada a no romperse ahora no sab?a c?mo hacerlo. C?mo regresar ante su pueblo cuando ten?a la sensaci?n de no conocerlos, no realmente?
- Cierto, usted solo se deja llevar por el deber. Ha olvidado sentir, disfrutar, tomar lo que...
Esos labios rojos no le dieron otra opci?n, no cuando estaban tan inflamados por el llanto que ella nunca reconocer?a. Euan se convirti? en un depredador, necesitaba esa pasi?n desbordante que, en los dos, ocultaba una debilidad que en el pasado les hab?a hecho tanto da?o.
La mordi? y ret?, juguete? con su lengua notando que el tiempo se desvanec?a, que la playa dejaba de existir. Ambos escaparon de sus pasados, de qui?nes eran, escondieron lo que no pod?an compartir para lanzarse al abismo que el otro significaba..."