Uluru

El magn?fico monolito que los lugare?os llaman "Uluru", situado en el coraz?n de Australia, se cierne sobre un lecho irregular de ?lamos del desierto y praderas de spinifex. El entorno agradable, pero por lo dem?s poco excepcional, de este fascinante monolito de arenisca no hace sino acentuar su majestuosidad, que puede apreciarse desde diversos ?ngulos. Para los periquitos de color lima, los poderosos halcones pardos, los pasajeros de aviones y helic?pteros y otras criaturas bendecidas con el don del vuelo, la roca de forma libre recuerda el f?sil de un pez con p?as, una punta de flecha deforme o quiz? una peculiar concha marina te?ida de ocre que asoma de la arena. Para los que contemplan la gema natural en tierra firme, esta belleza de color siena quemado y cima plana, marcada con hoyuelos, ondulaciones y crestas que le dan car?cter, parece m?s bien una tortuga milenaria dormida, sobre todo con los ojos entrecerrados. Aparte de su llamativo aspecto, Uluru, tambi?n conocido como "Ayers Rock", es mucho m?s que un monumento imperdible. Uluru representa un s?mbolo inimitable de vida y cultura, y un lugar de culto sagrado para los habitantes abor?genes de la regi?n. Dada la larga y fascinante historia ligada a esta roca sagrada, el aura de misticismo y misterio que se aferra a Uluru no deber?a sorprender a nadie. No s?lo la superficie escamosa de la roca cambia de color a lo largo del d?a -pasando de un violeta intenso con toques grises a un lila claro, a un rojo anaranjado ardiente durante el amanecer, y de su habitual dorado albaricoque a un naranja desva?do y a un rosa viol?ceo de ensue?o al anochecer-, sino que Uluru, dicen, es una fuente inagotable de sucesos inexplicables y sucesos paranormales. Aunque los nativos no han escatimado esfuerzos en subrayar la importancia espiritual y cultural de la roca para los abor?genes, sus ruegos a los visitantes para que la respeten han sido repetidamente ignorados. De hecho, la falta de cortes?a mostrada hacia Uluru se ha acentuado en los ?ltimos a?os, y los habitantes de la tierra se han visto obligados a navegar por la llamada era del "influenciador de las redes sociales". Miles de turistas pululan por la roca cada a?o, metiendo la cabeza por las mirillas abor?genes y haciendo pretenciosas poses de yoga con pies de foto a juego. En 2010, una bailarina ex?tica de 25 a?os de origen franc?s llamada Alizee Sery enfureci? a los internautas de todo el mundo cuando subi? a la cima del Uluru y se desnud? sin m?s ropa que un sombrero de ganadero akubra, una braguita de bikini y unas botas go-go blancas. Sery habl? con varios medios de comunicaci?n poco despu?s y defendi? el strip-tease, filmado para un documental, que seg?n ella era un homenaje a los pueblos ind?genas. Seg?n la explicaci?n parcialmente paternalista de Sery, "'Mi proyecto es un homenaje a la grandeza del rock. Lo que hay que recordar es que, tradicionalmente, los abor?genes viv?an desnudos. As? que desnudarse fue una vuelta a c?mo era". Los ancianos abor?genes, por su parte, tacharon de "est?pida" la maniobra de llamar la atenci?n y la compararon con hacer sus necesidades en la escalinata del Vaticano. En palabras de Kon Vatskalis, Ministro del Gobierno del Territorio del Norte: " C?mo se sentir?an... los franceses si un australiano bailara semidesnudo en el altar de Notre Dame?".