Toxicidad de los metales pesados: Hechos y gestión

La toxicidad por metales pesados se refiere a los efectos nocivos de la exposición a altos niveles de determinados metales pesados, como plomo, mercurio, arsénico y cadmio. Estos metales son tóxicos para el ser humano porque pueden acumularse en el organismo con el tiempo y alterar el funcionamiento celular normal. Las fuentes de exposición a metales pesados pueden ser ambientales, como el aire, el agua o el suelo contaminados, o laborales, como en las industrias de procesamiento de metales, minería y fabricación de baterías. La toxicidad por metales pesados puede causar diversos síntomas, de leves a graves, según el tipo y la duración de la exposición. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, fatiga, dolor abdominal, anemia, daño renal y trastornos neurológicos. El tratamiento de la toxicidad por metales pesados implica eliminar la fuente de exposición y la terapia de quelación, que consiste en el uso de sustancias químicas para ligar y eliminar los metales tóxicos del organismo. Las medidas de prevención consisten en evitar la exposición a ambientes contaminados, utilizar equipos de protección en entornos laborales peligrosos y controlar periódicamente los niveles de metales pesados en el organismo. En general, la toxicidad por metales pesados es un grave problema de salud que puede tener efectos a largo plazo.