Tatuajes

Luego de que la garra pol tica de su marido perdiera poder, Loretta ve su vida decolorarse lentamente. Aparte de servir de juguete sexual para Raynell, su esposo, Loretta incluso se somete a la humillaci n silenciosa de servirle de igual manera a su suegro. Despose da de opciones, y acatando la sentencia de su madre ("...tendr s que buscar por ti misma tu manera de vivir"), la protagonista de Tatuajes comienza a ganarse la vida como jinetera por los intersticios nocturnos y tur sticos de La Habana. Narrada desde puntos de vista multifocales, con la agilidad de la novela polic aca y el lirismo narrativo de Faulkner, esta novela es un acontecimiento en la novel stica caribe a actual, pues constituye tanto una alegor a nacional como una cr nica de la utop a perdida.