Du er ikke logget ind
Beskrivelse
[...] y entonces la multitud prorrumpi? de nuevo en v?tores, y un hombre, que se encontraba m?s exaltado que los dem?s, tir? su sombrero al aire, muy alto, y grit? (seg?n logr? entender): Que levante la voz quien est? a favor del subrector!. Todos lo hicieron, pero no quedaba muy claro si era por el subrector o no: algunos vociferaban Pan! y otros Impuestos!, mas nadie parec?a saber qu? era lo que quer?an en realidad. Yo era testigo de todo aquello desde la ventana abierta del sal?n del desayuno rectoral, mirando sobre el hombro del lord canciller, quien se hab?a levantado como un resorte nada m?s iniciarse el griter?o, casi como si hubiera estado esper?ndolo, y se hab?a aproximado raudo a la ventana que ofrec?a la mejor vista de la plaza del mercado. - Qu? puede significar todo esto? -repet?a una y otra vez para s?, mientras, con las manos juntas a la espalda, y su toga flotando en el aire, recorr?a la sala de un lado a otro con largas y r?pidas zancadas-. Nunca antes hab?a o?do tal clamor... y a esta hora de la ma?ana, adem?s! Y tan un?nime! No le parece algo realmente sorprendente?