Santos de los Últimos Días en Rocha

Me embarco con entusiasmo en esta noble tarea. S? que es dif?cil transcribir en un libro los sentimientos de devoci?n y el poder de la fe que acompa?? a quienes pusieron los cimientos para el establecimiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ?ltimos D?as en la ciudad de Rocha, o que la sostienen hasta la actualidad.

Las personas que forman parte de la historia de la Iglesia en la ciudad deben ser recordadas, as? como los sucesos ocurridos. Muchas fueron gente sencilla, pero ejemplos de verdaderos disc?pulos del Gran Pastor de las Ovejas. Fueron personas nobles y sus contribuciones de tiempo, recursos, talentos y amor brindado son encomiables.

Aunque, Dios s? los ha de tener presente a todos porque fueron los obreros en su vi?a.

A pesar del riesgo de que alguien debiera ser mencionado en la obra y no lo fuera, en nada minimiza su servicio, ni el lector piense que fue excluido intencionalmente. Esto no es el Libro de la Vida, son segmentos de la historia como toda historia.

Esta obra es resultado de la memoria e investigaci?n del autor, as? como la de sus colaboradores, y de la limitada documentaci?n encontrada.

El autor prefiere arriesgarse a padecer alg?n olvido, que ser ingrato y no mencionar a todos los que hicieron mucho por el bien de Si?n y le vinieron a la memoria, o encontr? testigos o documentaci?n.

El Autor