Salud mundial y prevención de enfermedades

No hay desarrollo posible en un país si la salud de la población no es una prioridad. Por eso casi todos los dirigentes del mundo conceden gran importancia a la salud de sus conciudadanos. Para garantizar una mejor salud a la población, no sólo es importante crear hospitales, clínicas y centros de salud bien equipados con profesionales sanitarios altamente cualificados, sino que será vital ayudar a la población a poner en marcha un control eficaz de las distintas enfermedades, sean transmisibles o no. El principal reto al que se enfrentan los ministerios de sanidad y sus socios, incluida la OMS, es la lucha contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles. Todas estas enfermedades constituyen hoy en día un obstáculo importante para el desarrollo socioeconómico, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Para facilitar el apoyo de la población en la gestión de su propia salud, la OMS ha puesto en marcha guías aplicadas por cada nación y las ONG en el marco de los programas de salud pública. La buena utilización de estas guías, así como de las estrategias nacionales existentes, facilitará una verdadera lucha contra estas enfermedades y discapacidades en los diferentes países del planeta.