Quirofano Abierto

No me gu a, al componer este anecdotario, ning n resentimiento contra los m dicos y la Medicina, ni tampoco ning n deseo malsano de zaherir una profesi n respetable. Podr a escudarme en la frase tan profusamente repetida de que "hablo contra los malos m dicos, no contra los buenos," pero ni siquiera sto ser a verdad. Existen malos m dicos, como existen malos abogados, malos literatos, sacerdotes, pintores, basureros, alba iles, hombres y mujeres. Pero por obvio se supone que no se les va a alabar. Este libro est escrito por un coleccionista de an cdotas dotado de buen humor y dedicado a las gentes que sin acideces de est mago o dolencias hep ticas, saben ver la vida tal como es, como una sucesi n de momentos agradables y desagradables, de la mayor a de los cuales nosotros somos los art fices. Es necesario no olvidar ninguno vara disfrutar con el recuerdo de los primeros y escarmentar con el de los segundos; pero lo que nunca debemos hacer es atormentamos morbosamente con pesimismos y suspicacias. Ah van unas cuantas an cdotas de m dicos y enfermos, y estoy seguro que los primeros en comprender mi buena intenci n al publicarlas ser n los m dicos.