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Beskrivelse
INTRODUCCION
Bard?che, en el punto cero del revisionismo y del neofascismo
Tengo de Maurice Bard?che el recuerdo de un abuelo entra?able que impresionaba inmediatamente por una porci?n de su frente hundida a ra?z de un accidente de juventud. Era el director de D?fense de l'Occident, uno de los alimentos intelectuales de mis primeros a?os de militancia pol?tica. Tuve que leer sus libros para proveerme de argumentos hist?ricos y racionales. Le? tambi?n los textos de aquellos que fueron sus disc?pulos en los a?os 70 (en especial, Fran?ois Duprat). La aventura intelectual de Bard?che se sit?a en el final del fascismo hist?rico y en el arranque del neofascismo y abarca un amplio per?odo que va desde 1945 hasta 1982 cuando deja de aparecer D?fense de l'Occident. Casi 40 a?os de historia que vale la pena conocer.
Pr?cticamente, todos los exponentes de las generaciones neofascistas europeas que se desplazaban a Par?s entre 1948 y 1988, y que ten?an algo de inquietud cultural y ansias de trabajar "a escala europea", antes o despu?s acud?amos al apartamento de Maurice Bard?che en rue Rataud en pleno Barrio Latino. Hab?a que descender en la estaci?n de metro de Luxemburgo, seguir la rue Gay-Lussac (que durante la "revoluci?n de mayo" fue escenario de los incidentes m?s violentos y las barricadas m?s duras, algunas de las cuales estaban defendidas por j?venes que hab?an le?do a Bard?che). Era una calle corta y con edificios bajos.
Bard?che, especialmente si, como era mi caso, no se le hab?a visto nunca ni siquiera en fotos, impresionaba por tres motivos: en primer lugar, por tener una parte de la frente de unos 7-8 cent?metros completamente hundida, entre los ojos y sobre un par de cent?metros del arranque de la nariz. Luego por ser quien era: una leyenda en el neofascismo de postguerra que hab?a protagonizado, no solamente los primeros despuntes de colaboraci?n Inter europea entre distintas formaciones que se reclamaban del neofascismo, sino por ser el arranque en fecha muy temprana de los primeros textos revisionistas. Finalmente, por su energ?a, su fuerza y su vigor, el que atribu?amos a ser el cu?ado de Robert Brasillach y haber asumido la defensa de su memoria. Atribu?a el hundimiento del cr?neo a alguna aventura pol?tica (me equivocaba). Su vida no hab?a sido f?cil, pero en la postguerra pronto destac? con luz propia y consigui? hacerse con un hueco en las letras francesas. No en vano era especialista en Balzac. Pero no es ?ste el Bard?che que nos interesa, sino aquel con el que arranca el neofascismo a nivel europeo. Esta es su historia.
