Planeta Manis

Hasta cuanto pueden soportar las mujeres del planeta Manis, que son mantenidas en la ignorancia, prohibidas de aprender a leer y escribir, y sin ninguna posibilidad de tener una profesi n? Adem s deben guardar una obediencia ciega, primero a sus padres y hermanos, luego a su esposo y por ltimo al Guardi n de la Fe de la localidad donde reside. Estas mujeres est n recluidas permanentemente en sus casas, haciendo labores dom sticas, no pudiendo salir a la calle si no son acompa adas por alg n miembro masculino de su familia. Los castigos impuestos a las mujeres son injustos y la ignominia en que se encuentran, hace que Nalia y su prima Viala lideren un movimiento secreto. Nalia y Viala logran convencer a casi todas las mujeres para que abandonen sus casas y huyan a una regi n inh spita del planeta, donde se organizan, forman un ej rcito y se enfrentan a los hombres, con la finalidad de exterminarlos. Los hombres tienen que enfrentar dos guerras, la guerra externa contra el pa s enemigo, que se encuentra en el otro continente, guerra que tiene m s de mil a os de duraci n y que comenz por diferencias en la interpretaci n de una profec a religiosa; y la guerra interna contra las mujeres. Esta novela es la continuaci n de mi anterior novela titulada: Los Visitantes y el Inventor, cuya saga est llevando a una flota, de la Coalici n de planetas de nuestra galaxia, a trav s de planetas habitados por seres inteligentes, encontrando en cada uno de ellos terribles problemas, los cuales se solucionan por medidas dr sticas que toma la poblaci n perjudicada o por la intervenci n de los miembros de la Coalici n. Los personajes de esta novela son Celis, una representante del planeta Manis, ante la Coalici n de planetas, William Graham, el astronauta terr cola que viaja con la flota de la Coalici n desde la Tierra a Manis. Como parte de la historia de Manis est n Nalia y Viala, primas que desde ni as sufren el desigual trato que se diera a las mujeres, y que al llegar a la pubertad pasan por experiencias indescriptibles decidi ndolas a crear una organizaci n secreta para enfrentar a los hombres y deshacerse de ellos. Las mujeres en Manis no pueden educarse y solo deben realizar labores dom sticas en sus hogares. No pueden salir de sus casas sino est n acompa adas de un pariente var n que las guie. Deben ser guiadas por que casi no pueden ver ya que tienen que ir cubiertas de la cabeza a los pies por telas y velos. Manis, posee dos continentes y por lo tanto dos pueblos, que compart an por miles de a os la misma fe religiosa, un intenso comercio y buenas relaciones entre ellos, hasta que por una interpretaci n de una profec a, entran en una guerra religiosa que ya lleva m s de mil a os y no tiene cuando acabar. Esta incruenta guerra diezma a los hombres de ambos bandos. La investigaci n m dica est muy adelantada, no solo para la cura de sus innumerables combatientes heridos, sino tambi n en la especialidad gen tica, a trav s de la cual buscan tener m s nacimientos de varones que de mujeres y sobre todo varones con caracter sticas f sicas que debe poseer un soldado ideal. Hasta se est n haciendo experimentos de clonaci n en ambos continentes, para reproducir a los soldados m s efectivos y eficientes. La l der, Nalia, logra instruirse en medicina, aprovechando la desaparici n de su hermano mellizo durante una batalla naval, y tomando su lugar en la facultad de medicina; especializ ndose en gen tica y sobre todo en clonaci n. Ella logra formar una agrupaci n secreta y consigue convencer a una gran mayor a de mujeres para que abandonen sus hogares y se organicen en una alejada regi n, rodeada de monta as y precipicios dif ciles de cruzar, donde van entren ndose y creciendo en n mero, clon ndose, con la finalidad de tener un gran ejercito y enfrentarse a los hombres para terminar con ellos.