Du er ikke logget ind
Beskrivelse
Pensar que el narcotr fico en nuestro pa s es algo reciente y exclusivamente
nuestro es un error fatal de perspectiva. Lo cierto es que se trata de un fen meno hist rico complejo, creado durante los ltimos cien a os, en conjunto por M xico y Estados Unidos. Este libro fue escrito originalmente para el lector estadounidense, con la intenci n de confrontar la convicci n generalizada de que los horrores de la ltima d cada son un producto mexicano y, por lo tanto, un problema que M xico debe solucionar. Creer esto alienta posturas como la de Donald Trump, quien sugiere tapiar a nuestro pa s por completo y pasarnos la factura de nuestro encierro. Sin embargo, como advierten Carmen Boullosa y Mike Wallace, la causa principal de la narcoviolencia fue la decisi n del gobierno estadounidense, tomada a principios del siglo xx, de prohibir el consumo de drogas a sus ciudadanos. Cuando stos recurrieron al mercado negro --en el que los mexicanos han jugado un papel decisivo-- Estados Unidos no tuvo la voluntad, o la manera, de detener la importaci n, y orill al gobierno de M xico a servirle de socio menor en su proyecto prohibicionista, con resultados desastrosos. El precio que han pagado los estadounidenses por la prohibici n ha sido la encarcelaci n masiva (sobre todo de afroamericanos); el que han pagado los mexicanos ha sido mucho mayor: el enorme n mero de muertos y desaparecidos, y un tsunami de crimen y corrupci n. Ya que la guerra contra las drogas fue una creaci n conjunta, la soluci n s lo puede ser bilateral. La experiencia apunta a la legalizaci n, a tratar a las adicciones como un asunto de salud p blica y no como un crimen.