Nara Viajera del Tiempo

Nara, en medio de aquel desierto de majestuosa belleza, corr a entre las dunas y no se cansaba, no se quemaba, era libre. Una gigantesca nube de arena se levant frente a ella. Le gust jugar con la arena Sentir la fuerza de atracci n que comprim a su cuerpo, la levantaba y la envolv a en su fuerza motora, llev ndola dando tumbos y tumbos, para ser elevada en una espiral vertiginosa de pura fuerza y vitalidad. En su estado, no le afectaba la arena, no le afectaba la fuerza del viento, era la energ a misma, la arena misma. Convirti ndose en los elementos, no hab a diferencia alguna. Bajo la noche estrellada, con voz pausada, se dijo: Yo, soy lo que soy Pasaron d as enteros, semanas y meses, era consciente del mundo donde se encontraba. Su cuerpo pod a cambiar en mil simas de segundos. En este lugar pod a fundirse en las cosas y convertirse en sonido. Todo al mismo tiempo.Los hombres, no lograban entender, que el viento susurrara en sus o dos lindas melod as, que el agua se pod a detener y formar una escultura y pod a danzar con ellos, que los terremotos eran para acunarlos, porque a la madre tierra le falta amor y desde su vibraci n, te mueve para que llegues a ella. Que el fuego te dice; cu date yo no te har da o, solo resp tame y puedes tenerme como amigo para toda la eternidad. Que la madre tierra te da los m s hermosos regalos a trav s de los climas, con su gran variedad de flores, frutas y fauna.