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Beskrivelse
-Claro que puede mi nina. Claro que puede, ya va a ver. Use mis ojos para verse. En este momento yo veo por usted. Observe. Eufrocina imprime la palma de una de sus manos sobre el entrecejo de Muriel y ella pierde la estabilidad, como si estuviera cayendo dentro de un pozo profundo. Luego de unos instantes comienza a vislumbrar imagenes. Imagenes vividas y claras, imagenes del futuro. Instantaneamente cesa el dolor. Aparecen colores. Movimiento. Melodias. Ve ante ella el rostro de un hombre mayor mirandola con devocion. Luego el cuerpo vibrante de un hombre joven haciendole el amor. Y finalmente el alma de Tomas, retornando a su vida a traves del cuerpo de un joven andino. El joven se llama Francisco. El amante se llama Nicolas. Cuando la sanadora saca las manos de su frente, Muriel aterriza sobre la cama como si hubiera caido violentamente desde el techo. Abre los ojos asombrada. Eufrocina le sonrie.