Du er ikke logget ind
Beskrivelse
Este libro se ocupa de prácticas artísticas realizadas en territorios del conflicto armado en Colombia. Este contacto con el territorio transformó la manera de asumir la relación entre arte y violencia, una relación permanente en la historia del arte colombiano desde la década del 40. En este cambio de relación, la dimensión del duelo y la metáfora del cementerio resultan centrales: más que la denuncia, la concientización o la sensibilización del público, el arte busca saldar las deudas simbólicas con los muertos y los desaparecidos. Por otro lado, estas prácticas han construido dispositivos de activación del habla que cumplen un papel importante en la construcción de memoria histórica. Esta investigación asume una posición: reconocer el potencial simbólico del arte para exteriorizar los "dolores heredados", una forma de contrarrestar la repetición de la violencia en forma de venganza ("los odios heredados"). En ese sentido, el dolor no se asume de manera pasiva sino a partir de su potencial: el que se articula comunitariamente y crea vínculos de solidaridad, tanto afectivos como políticos.