Lo que dicen las palabras

Si la palabra sabe m s de nosotros que nosotros mismos es porque viene de una tradici n de experiencia humana que nos supera en el tiempo y en el espacio (...) nos preceden, nos presencian y se prolongar n mucho m s all de nosotros. (Bordelois, 2005)."Lo que dicen las palabras" se propone dar cuenta de aquello que hacemos con las palabras, pero tambi n de aquello que las palabras hacen con nosotros. El texto pretende poner en tensi n usos dis miles de la palabra: en las obras de los tr gicos griegos del siglo V a.C., haciendo hincapi en la Funci n Mensajero, testigo fiel encargado de narrar los hechos ocurridos lejos de la escena principal; en la obra de Plat n, particularmente en el C rmides; y en la obra de La n Entralgo sobre sus efectos terap uticos. Encontramos en tales textos usos de la palabra ligados al cuidado, de s y de los otros y, en el cap tulo siguiente, los contrastamos con el uso que se hace de ella en la Psiquiatr a contempor nea.Veinticinco siglos despu s, el poder psiqui trico traba una fuerte alianza con la industria farmac utica, desaloja definitivamente al Psicoan lisis y se nutre de la Psiquiatr a biol gica, las neurociencias, los enfoques cognitivo-conductuales, privatiza la enfermedad mental y busca el s ntoma en el sujeto y no ya al sujeto en el s ntoma. En sus manuales crecen geom tricamente los trastornos de una a otra versi n, en tanto se aten an cada vez m s los requisitos para decidir por un diagn stico. Es la pr ctica anal tica, tributaria directa de la tragedia griega, uno de los pocos escenarios, en estas nuevas condiciones de poca, en los que se da libre cauce a la palabra, promoviendo condiciones que hacen posible su enunciaci n y la escucha atenta de los lamentos de la subjetividad.