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Beskrivelse
En frica surgieron los primeros seres humanos, y Egipto probablemente dio origen a las primeras grandes civilizaciones, que contin an fascinando a las sociedades modernas alrededor del mundo casi 5.000 a os m s tarde. Desde la Biblioteca y el Faro de Alejandr a hasta la gran pir mide de Guiza, los antiguos egipcios produjeron varias maravillas del mundo, revolucionaron la arquitectura y la construcci n, crearon algunos de los primeros sistemas de matem ticas y medicina del mundo y establecieron lenguaje y arte que se extendieron por todo el mundo conocido. Con l deres de fama mundial, como Tutankam n y Cleopatra, no sorprende que el mundo de hoy tenga tantos egipt logos.
Dada la abundancia de artefactos funerarios que han sido encontrados en las arenas de Egipto, algunas veces pareciera que los egipcios estaban m s preocupados con los asuntos de la otra vida, que con los asuntos de la vida que experimentaban d a a d a. Una de las fuentes m s abundantes de estos artefactos funerarios en el Valle de los Reyes, una necr polis real ubicada en la orilla oeste del r o Nilo, en Tebas. All , los faraones del periodo del Reino Nuevo fueron enterrados en elaboradas tumbas llenas de tesoros, que eran excavadas profundamente en los acantilados que amurallaban el Valle del Nilo.
En muchas de las tumbas reales en el Valle de los Reyes, se pintaron intrincados relieves en las paredes, que representaban al dios del sol y al rey fallecido en su viaje nocturno a trav s del inframundo, que se conoc a en egipcio como la Duat (Wilkinson 2003, 82). Estas escenas, que var an ligeramente entre tumba y tumba, son conocidas colectivamente por los especialistas modernos como El Libro de las Puertas, pues representan el viaje del dios del sol a trav s de doce puertas o pilonos, uno por cada hora de la noche (Wilkinson 2003, 81). A medida que el dios y el fara n viajan a lo largo de la noche, deben contender con diversos demonios y una serpiente gigante conocida como Apofis (Lesko 1991, 119). Los egipcios cre an que este viaje era c clico, como ve an al tiempo mismo, por lo que ten a lugar diariamente (Lesko 1991, 119).
Aunque estas tumbas han sido saqueadas extensamente, todav a se mantienen como puertas de entrada a la otra vida, que proporcionan una oscura ventana al pasado de una civilizaci n fascinante. A n m s importante, la relativamente intacta tumba del joven rey Tutankam n ofreci una visi n clara. Muchos de los objetos descubiertos en la tumba de Tutankam n, como los ata des, m scaras funerarias, ajuar can pico y estatuas, fueron hechos claramente para l y su entierro. Otros objetos, como el mobiliario, las vestiduras y carros, eran obviamente art culos que hab an sido usados durante la vida de Tutankam n. Los motivos encontrados en muchas de sus posesiones lo representaban triunfando sobre sus enemigos. Por ejemplo, un cofre de madera pintado es un gran ejemplo de tales escenas; el rey aparece en su carro, seguido por sus tropas, atacando a los nubios. Las escenas que representan agresi n y triunfo sobre los enemigos de Egipto por parte del fara n son ejemplos cl sicos de la realeza egipcia.
