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Beskrivelse
Los primeros atisbos de claridad empezaron a rasgar el frío cielo de la noche arropada en oscuridad, atravesando los luminosos rayos de sol de aquella extensa llanura, devolviendo el color ocre a esta tierra inhóspita, habitada únicamente por pequeños roedores y alimañas que se guarecen durante el día entre los escasos matorrales espinosos.
Me levanté rápido al alba, como era mi costumbre, y tras desperezarme realizando algunos movimientos de estiramientos, me preparé para la oración a través de la ablución, el ritual del agua, lavándome cara y manos. Tras esto cerré los ojos e inicié mis oraciones, no sin antes tomar las precauciones debidas para asegurarme que nadie me viese en aquellos momentos de recogimiento, ya que todavía pesaba sobre nosotros ese atroz edicto faraónico, por el que se nos condenaba a ser prófugos de nuestra propia tierra, pero ¿quién en nuestras circunstancias se quedaría para sufrir uno de los castigos más cruentos?