La otra hegemonía

Como se alaba Maquiavelo, pocas cosas son m s complejas que comprender un nuevo orden pol tico. Una de ellas es intentar la preservaci n de la sind resis, cuando aquello que estudiamos porta en su seno una carga infame de desgracia ajena. Durante estos ltimos a os, diferentes activistas y acad micos que colaboraron con mi investigaci n, cuyos nombres aparecen en las p ginas del presente libro, han sido reprimidos, encarcelados o expulsados de sus pa ses. Varias organizaciones clausuradas, diferentes sue os aplastados o pospuestos. Si pudiera hoy borrar, al un sono, aquellos acontecimientos y mi propia lectura, no dudar a un instante en hacerlo. Asistir al asesinato, biol gico y c vico, de las mejores personas y esperanzas de una naci n, es lo m s triste que puedo testimoniar.

Armando Chaguaceda