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Beskrivelse
La historia demuestra que ninguna moneda, a n la acu ada en oro, pudo cumplir cabalmente la funci n de patr n de valor estable en per odos prolongados. Esta situaci n se mantiene en la actualidad. El d lar norteamericano, moneda estrella del siglo XX, tuvo en ese siglo una inflaci n del 2006%, perdiendo el 95% de su poder adquisitivo. Siendo la moneda denominador com n del valor de los bienes, tenemos la percepci n ptolomeica de que ella los determina y la consideramos el centro del universo econ mico. Pero la realidad copernicana es inversa: la moneda no fija el valor de los bienes sino que es el precio de stos el que determina el valor de la moneda, o sea su poder adquisitivo. Los esfuerzos por alcanzar una moneda estable vienen siendo infructuosos, porque se insiste en utilizar la moneda corriente como patr n de medida, cuando est demostrado que su poder adquisitivo fluct a por la permanente e impredecible variaci n de los precios (F.Hayek) que es inmanente al mercado. Un patr n de medida debe cumplir una nica y suprema condici n: ser invariable(G.Poulett Scrope). Si cambia, es inservible. La soluci n es desdoblar las funciones de la moneda inventando una nueva instituci n monetaria: la Unidad de Cuenta Estable. La verdad no se descubre; se inventa(Karl Popper). Fue lo que hicieron a partir de 1823 economistas precursores con vocaci n copernicana: J.Lowe, G.Poulett Scrope, W.S. Jevons, A.Marshall, S.Newcomb, I.Fisher y A.Bunge inventando una nueva instituci n que convierte el ndice de precios en una unidad de cuenta (moneda virtual) que Alfred Marshall denomina: la UNIDAD. Chile cre en 1967 la Unidad de Fomento -UF-, con notables resultados. Argentina debe crear su propia moneda virtual: la Unidad de Cuenta Estable -UCE-, que en sinergia con un programa de bancarizaci n profunda, permitir alcanzar en cuatro a os la bancarizaci n de Chile (79% del P.B.I.). Esto implica cr dito bancario genuino por US$ 260.000 millones, plataforma de lanzamiento de un vasto plan de desarrollo.