La España del maquis (1936-1965)

Los guerrilleros antifranquistas prolongaron mucho más allá de lo previsible -incluso en contra de las estrategias de sus dirigentes políticos- su lucha contra la dictadura. Los más conocidos como maquis fueron durante muchos años los combatientes más silenciados y anónimos. Abundan los estudios cuantitativos sobre los resistentes organizados por el PCE a través de "agrupaciones guerrilleras” que llegaron a abarcar extensas zonas montañosas en buena parte de España. Las guerrillas de "huidos”, que se formaron en función de la espontánea necesidad de escapar de la represión desde los inicios de la rebelión militar contra la Segunda República, han recibido menos atención, así como lo ocurrido tras "el cambio de táctica” del PCE, hasta mediada la década de los sesenta, si bien su incidencia afectó a zonas geográficas cada vez más reducidas.La España del maquis (1936-1965) levanta ciertos velos y pone en cuestión mitos y valoraciones escasamente matizadas en las que la épica domina sobre la lírica y la dramática; antepone lo cualitativo a lo cuantitativo, apreciando los hechos y los datos en función de su contexto y de las pasiones e intereses que tejieron los escenarios de lucha. En estos, una escasa y sacrificada minoría luchó a muerte durante un tiempo -más de dos décadas- extremadamente prolongado. Los partisanos no fueron héroes ni demonios, sino hombres y algunas mujeres atrapados en la grieta de un compromiso político sin esperanzas de victoria contra una dictadura implacable que apenas dejaba resquicio a la supervivencia.