LA DOCTRINA MONROE Y SUS COROLARIOS

La Doctrina Monroe jugó un papel fundamental en el establecimiento de la hegemonía americana tal y como la conocemos hoy en día. Sigue siendo uno de los pilares de la historia y la civilización americana. De hecho, los estudios sobre el tema han ignorado los aspectos expansionistas e imperialistas de esta doctrina, enmascarados con el pretexto de promover la democracia y la libertad. Es cierto que los Estados Unidos han logrado ganar el envidiable estatus de campeón de la democracia, protegiendo incluso a las naciones débiles de las dictaduras. Sin embargo, ciertos aspectos de la política americana pueden ser vistos como estrategias para establecer un imperio a imagen de la Inglaterra y Francia de los siglos XIX y XX. De hecho, la Doctrina Monroe es una ideología geopolítica utilizada simplemente para construir la hegemonía internacional de los Estados Unidos. Permitió a América alcanzar el objetivo de construir lo que John Louis O' Sullivan consideraba, ya en 1839, "la Gran Nación Futurista". Esta nación, según Sullivan, es la que gobernará el sistema económico y político mundial como el destino manifiesto de los Estados Unidos.