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Beskrivelse
LA CORRIDA DE AYER...... INTRODUCCI N.Cada tarde de domingo, al escuchar el nost lgico ta er de campanas, pienso que hace tant simos a os, est n ah record ndonos; que junto con los espa oles lleg a Am rica el idioma, la religi n y la fiesta de los toros."La Corrida de ayer..." es un t tulo m s bien sugestivo que evoca los encabezados de los rotativos y que a trav s de las d cadas aparece as . Por lo general, los lunes. En "La Corrida de ayer..." he enfrentado los acertijos que un empresario tiene, me supongo, cuando de confeccionar un cartel postinero se trata. Ya de por s el af n protag nico, se encuentra impl cito en la naturaleza misma del espect culo taurino. As se comprueba en las m ltiples publicaciones que abordan el tema: biograf as, autobiograf as, etc., y se margina un tanto el fen meno social taur maco. La nica f rmula v lida utilizada aqu por tanto, fue la de hacer a un lado las preferencias o simpat as por un determinado suceso o personaje, recurriendo al azar porque las cr nicas ni siquiera han sido elegidas. Son descubiertas, a veces, tras largas pesquisas y el reordenamiento de aut nticos rompecabezas de vetusto papel impreso a punto de desbaratarse entre mis manos. Las haza as que aqu aparecen, en ocasiones dan la impresi n de surgir m s del terreno de lo fant stico y lo m gico, que de lo ver dico. La fiesta de los toros tiene la particularidad de ser susceptible a la exageraci n de las cualidades de los personajes y sus gestas, y en ocasiones suele adolecer quien de ellas habla o escribe; de una desproporci n tal, que la realidad es trastocada hasta el borde de lo mitol gico. Tal vez exista en los seres humanos esta necesidad, la misma que ha dado infinidad de testimonios y variados t tulos, publicados incluso, y que al pretender ser comprobados hist ricamente a menudo resultan ser inciertos producto m s de la imaginaci n y de la charla de sobremesa; y aqu cabe citar a Valle Incl n, cuando sentencia "nada es como es, sino como se recuerda" que de la realidad. En " La Corrida de ayer...," las llamada figuras, aparecen por derecho propio y en algunos episodios aparecen no precisamente durante su mejor momento o actuaci n, mostrando incluso, desfachatez y falta de profesionalismo, a diferencia de otros como "Juan sin miedo," Manolete, Gaona, El Calesero, e incluso el oscuro " Torcuato," que van en todas por todas, enfrentando el implacable veredicto del m s severo de los fiscales. La historia, que junto con el toro en este mundillo taurino, es quien finalmente da a cada quien su sitio. Por su parte, los cronistas, nos muestran su relato a veces apasionado, a veces tendencioso y hasta certero y pleno de conocimiento, tanto de la lidia, como del manejo del lenguaje y el "argot," y gracias a ello, podemos observar a distancia desde el postigo del tiempo, a trav s de la rendija que qued abierta en los archivos y los anales de la memoria period stica e hist rica, tan solo por citar un ejemplo, la eterna desigualdad e inequidad del ser humano que encumbra a unos y soterra a otros, sin compasi n alguna, As se aprecia cuando el "Pasmo de Triana" Juan Belmonte, sufre un peque o rasgu o sin importancia en 1914 en San Pedro Tlaquepaque y la noticia da vuelta al mundo, mientras el humilde "Alegr as chico" sufre la amputaci n de uno de sus miembros a causa de la cornada que le infiere un toro y la mezquindad de los aficionados, no da m s que para reunir en su beneficio la "ping e," cantidad de cien pesos y su relego al olvido. He de esperar que la lectura de este compendio, haga disfrutar al aficionado y al simple lector, tanto como yo he disfrutado en el momento de realizarlo.Cabe aqu acotar, que la fiesta de los toros, con toda su grandeza no es ni m s ni menos que un festejo de tradici n y origen popular. Herencia de los espa oles que a su vez, adoptaron de otras culturas, sobre todo mediterr neas y que co