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Beskrivelse
Desde la cl sica carne a la parrilla a sofisticados platos de cinco estrellas, la pimienta ha sido siempre la especia obligada. La pimienta a granel puede estar almacenada en los supermercados y tiendas de abarrote hoy en d a, pero hubo un tiempo cuando esa especie tan com n era considerada unos de los m s valiosos productos en el mundo. Los comerciantes se peleaban por poner sus manos sobre esas diminutas cuentas negras, que crecen en coloridos racimos de drupas parecidas a las bayas y que recuerdan a las luces de Navidad. Eran tan apreciadas que un n mero incontable de hombres cruzaban los turbulentos e inexplorados mares en busca de ellas. De hecho, la especia tropical era tan demandada que se derram sangre por este oro comestibles.
Para muchos, la menci n de comerciantes mar timos evoca una galer a de ruidosos piratas ataviados seg n un estereotipo y con un colorido papagayo colocado sobre su hombro. Estos granujas n uticos vagan por los mares en busca de tesoros y aventuras. Aunque esa imagen sea inexacta, las compa as reales que alguna vez dominaron las aguas internacionales operaban con una sed parecida de riquezas.
Quiz s la m s famosa -o como muchos dir an, infame- de estas corporaciones navales fue la Compa a Neerlandesa de las Indias Orientales, conocida tambi n como la VOC. Establecida hacia comienzos del siglo XVII, este mastodonte n utico se propuso aplastar y sacar a los dem s del mercado. Investida con el poder para librar guerras y exterminar a todo aquel que se atreviera a ponerse en su camino, el resto del mundo se paraliz mientras esta fuerza indetenible se adue aba del comercio mar timo internacional. La compa a destru a a sus oponentes a medida que ascend a a la cima, estableciendo un monopolio sobre el comercio global de especias que no solo sacudir a el mundo sino que cambiar a para siempre el curso de la historia moderna de los negocios.
La Compa a Brit nica de las Indias Orientales fue uno de los jugadores cruciales en la formaci n del Imperio brit nico. Desde sus or genes como una empresa mercantil en puja por mantenerse a la par con sus competidores superiores -los holandeses, portugueses y espa oles-, a su per odo como la autoridad gobernante del subcontinente indio, hasta su ensoberbecida ca da, la Compa a de las Indias Orientales sirve como un lente a trav s del cual explorar las fuerzas sociales y econ micas de mayor escala que moldearon la formaci n de un Imperio brit nico global. Como una empresa privada que se convirti en un poder global no estatal por su propio m rito, la Compa a de las Indias Orientales tambi n sirve como una historia aleccionadora muy relevante para la situaci n pol tica y econ mica actual del mundo moderno.
En su nivel m s b sico, la Compa a de las Indias Orientales jug un papel esencial en el desarrollo del comercio de larga distancia entre Inglaterra y Asia. El comercio en textiles, cer micas, t y otros bienes trajo consigo un enorme flujo de capital para la econom a brit nica. Esto no solo impuls la Revoluci n Industrial, sino que tambi n cre una demanda de productos de lujo entre la clase media. El crecimiento econ mico que hizo posible la Compa a fue un factor en el ascenso de Gran Breta a de un poder regional intermedio, a la naci n m s poderosa del planeta. Las ganancias generadas por la Compa a de las Indias Orientales tambi n fueron un incentivo para otras potencias europeas para seguir su ejemplo, lo que condujo a tres siglos de competencia colonialista alrededor del mundo. Este proceso abarc mucho m s que Asia y lleg a incluir al Medio Oriente y frica.