Instinto de supervivencia

En total conexi?n con su primera parte, el canto de la golondrina, no deja de sorprender, con qu? facilidad te introduce en los hechos de nuevo, contando en este caso con el objetivo generacional, ya que la historia prosigue con Mariel la hija de Edith, cuyo amor de su vida, no es m?s y menos que un teniente de la marina, parece volver a repetirse la historia, pero es ingenioso como la similitud llega a ser inversa y para no desvelar m?s su encanto, se tendr? que leer esta apasionante y emocionante segunda parte titulada Instinto de supervivencia, cuyo protagonista no te dejar? indiferente en absoluto. Una historia como instinto de supervivencia, deber?a ser contada una y otra vez, por los tiempos de los tiempos, que mejor argumento para un escenario de dolor, venganza, humillaci?n, hipocres?a, ignorancia y un sinf?n de sin sentidos en relaci?n a una turba de situaciones y direcciones que no conducen a ning?n sitio, m?s que para dar m?s poder aun si cabe a la incomprensi?n y opresi?n a la verdadera libertad, aquella que sin m?s, la ponemos en cuesti?n, incluso padecer de su inexistencia. Tras la lectura de un instinto de supervivencia, te das cuenta de que no puede haber impasibilidad, sino todo lo contrario, te sumerge en un preciso laberinto del que no puedes salir, contradice las razones, pero sobre todo las que son indefendibles, te convierten en lo que no eres o no tratas de ser, te atrapa y desespera, tan solo llegas a defender y atender aquello que te da la vida, el amor, as? es Francisco, nuestro protagonista de esta historia, cual qued? prendado, al ver por primera vez al amor de su vida "Mariel" y cuyas circunstancias le condujeron a pruebas in?ditas para comprender el sentido del rumbo que deb?a tomar. A todo ello nos enfrentamos, cuando nos damos cuenta del verdadero amor incondicional, aquel que nos suele dar el valor suficiente para mantenernos coherentes y justos con nosotros mismos, ya que es el factor principal para nuestro existir. Llegando a ser un teniente, complet? hasta ser "capit?n", nada le colmaba salvo el amor hacia su esposa, y por su situaci?n y condici?n cayo en su propia red de opresi?n causada por la turba existente, envidias, enga?os y hasta la falta de honorabilidad por su rango y altos cargos. Francisco, nos da a entender, que todo tiene un precio, y actuar en consecuencia es imprescindible para tenerlo muy claro, porque la vida nos pone a prueba una y otra vez, al igual que las circunstancias y solo depende de nosotros el actuar de una manera u otra, teniendo tambi?n da?os colaterales que podremos subsanar o no, pero aun as? resulta interesante, reconocer como queremos seguir viviendo, con miedo o sin ?l, incluso en quien convertirnos para salvar lo que m?s amamos, sin dejar de ser justos y consecuentes con nuestros actos. Aunque la historia se desarrolla en una oprimida Argentina y Mundial de f?tbol del a?o 1978, sorprende como el escritor, en este caso ?ngel G. Fern?ndez, da relevancia a Francisco, que con datos reales de la ?poca, nos pone en situaci?n de lo vivido, pero sin duda es m?s fuerte la presencia de Francisco al igual que el valor que entra?a dicho personaje, para adentrarse de forma muy peculiar en el lector y dejarle con todas las sensaciones a flor de piel y nada indiferente, siendo participe de la angustia y agon?a que llego a pasar. Y como bien canto en una ocasi?n Francisco, "Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina...".