Du er ikke logget ind
Beskrivelse
La aparici n de las poes as de Don Jos Campo-Arana, es una de tantas respuestas victoriosas como la realidad ofrece diariamente los empe ados en la triste tarea de probar al p blico que atravesamos un per odo de paralizaci n y esterilidad art stica; privando al talento del entusiasmo y de la fe, nicos est mulos que para l dejan a nuestra desangrada patria los que m s prosaica y ventajosamente la explotan.No hay que negarlo; los mercaderes est n aposentados en el templo del arte, y el p blico se hace su primer c mplice concediendo decidida protecci n a todo lo malo y escatim ndola a todo lo bueno: lo que vive cuando todo conspira a su muerte, tendr desgracia sin duda, pero no puede decirse con fundamento que carece de vitalidad.El arte vive, y vive tan s lo de s mismo en nuestra sociedad indiferente, aturdida, vida siempre de sensaciones y embotada para los sentimientos. Nada puede el arte esperar de ella: ella, por el contrario, debe esperarlo todo de l.