Du er ikke logget ind
Beskrivelse
Un chico de diez anos encuentra, en la mesa de luz de su padre, una carta. Esas palabras, leidas en el desamparo de lo que no se llega a comprender pero ya se sabe, seran la carga que hara estallar, anos despues, todas las palabras. Mediante el monologo interior de tres personajes en tiempos distintos, esta novela desnuda con crudeza la figura de un hombre que ya no es. El padre invencible, el amigo de fierro, el galan arrollador. A traves de un relato punzante, riguroso y sin cuartel, el hijo reconstruye la figura del padre amado y admirado -deportista, compinche, heroico-, y lo pone de pie tras la caida del idolo. Del otro lado, entre la culpa y el desconcierto, el abandono autoinfligido y la melancolia, el padre vive su destierro en una sobrevida agonica, un largo suicidio silencioso. En este notable cruce de voces -abatida y terminal la del padre, imperiosa e iniciatica la del hijo-, una tercera voz, la del amigo, introduce nuevas coordenadas en la historia. Un caleidoscopio que muda paisajes, arma y desarma, a contraluz, pasado mas presente mas futuro. Con coraje y destreza narrativa, poniendo la lupa en esos gestos 'nimios' de la vida, Sebastian Garcia Posse teje una trama tan introspectiva como torrencial, un lucido concierto de puntos de vista donde convergen milagros y miserias. El barrio de pueblo, la gran ciudad, la ruta que une y separa son el territorio de una memoria comun. Un retrato de familia hecho trizas cuyos pedazos restituyen, a duras penas, esa fotografia familiar malograda. De esa peregrinacion por las ruinas de la infancia y la adolescencia, la voz que surge ahora es la del hombre en el que aquel chico se ha convertido. Con el trasfondo de los noventa y las secuelas de la Argentina post-2001, Harry y yo indaga en la fortaleza y en la fragilidad de los vinculos, en la nostalgia de los anos dorados y en los fantasmas de toda historia familiar. Un relato caustico, cercano y entranable sobre los avatares de la vida domestica, sobre los lazos que nos atan y separan, irremediablemente, de quienes amamos.