Francisco, el Papa de los besos

Cuando, después de su elección, el papa Francisco se asomó por primera vez a la logia de la basílica de San Pedro, solamente los conocedores sabían quién era este nuevo sucesor de Pedro. Sin embargo, nadie imaginaba las maravillosas anécdotas que, en su patria, se cuentan sobre el Cardenal de los pobres. Es sabido que a los sudamericanos les gusta el contacto estrecho. Pero un Papa que reparte besos y abraza a sus visitantes causó revuelo en el formal ceremonial del Vaticano. Siga los relatos acerca del joven Jorge, vivaz, quien de niño era un «pequeño demonio» y desde su más tierna infancia es un ferviente fanático del fútbol. Acerca de un amor desafortunado y un misterioso sacerdote en el confesionario, que fueron decisivos para su inclinación hacia una vida clerical. Francisco era un genial bailarín de tango y en su juventud frecuentaba con sus amigos los bares de su Argentina natal en los que se podía bailar. Ya siendo sacerdote, una vez bautizó a siete niños de una madre soltera y luego sirvió Cola-Cola y choripán. Como Arzobispo viajaba en subterráneo y vivía en un modesto apartamento en lugar de ocupar la residencia del Arzobispo. Con Francisco se inicia una nueva era para la Iglesia católica. Conozca historias alegres de la vida del nuevo Papa, quien, aún siendo el Santo Padre, prefiere ponerse él mismo al teléfono para generar gran agitación entre dueños de quioscos y porteros.