Evolución de la tecnología solar

La energía solar es una inmensa fuente de energía directamente utilizable y, en última instancia, crea otros recursos energéticos: biomasa, viento, energía hidroeléctrica y energía de las olas. La mayor parte de la superficie de la Tierra recibe suficiente energía solar para permitir el calentamiento de bajo grado del agua y los edificios, aunque hay grandes variaciones con la latitud y la estación. En las latitudes bajas, unos sencillos dispositivos de espejo pueden concentrar la energía solar lo suficiente para cocinar e incluso para accionar turbinas de vapor. La energía de la luz desplaza los electrones en algunos materiales semiconductores. Este efecto fotovoltaico es capaz de generar electricidad a gran escala. Sin embargo, la baja eficiencia actual de las células solares fotovoltaicas exige superficies muy grandes para abastecer la demanda de electricidad. El uso directo de la energía solar es el único medio renovable capaz de suplir en última instancia el actual suministro energético mundial de fuentes no renovables, pero a costa de una superficie de al menos medio millón de km2. La importancia del sol en esta tierra, la historia de la existencia del sol y las tecnologías de conversión de la energía solar se tratan en detalle en este capítulo.