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Beskrivelse
Libro de poes a libre, pensamientos y relatos de V ctor Grippoli. Un viaje fant stico a trav s del terror, la ciencia ficci n y los l mites del pensamiento. Incluye dos colecciones po ticas. "Ser en el Sol" y "Tus ojos negros en la noche". Entre los cuentos tenemos el primero de este g nero realizado por el autor. "La Desaparici n de Anna Tarvosky" una aventura on rica que transcurre en una vieja casa perdida entre los bosques. Fragmento de "Entre las l grimas de acero"La modelo est desnuda con los ojos perdidos en la nada del techo descascarado.Su rostro est cubierto por un velo negro, azabache transparente. Delicado y perfumado, antes que ella llegara yo hab a introducido en mi nariz el aroma sutil a hembra que lo impregnaba.D as antes al velo lo hab a usado para acariciar los labios turgentes de su sexo palpitante.La modelo est desnuda con los pechos duros y suaves, no creo en la manzana del pecado, creo que Ad n debe haberse visto tentado por los pechos de Eva y haberlos mordido... s lo eso puede ser la fuente verdadera de la vida.Sus pezones son de un tono rosa y los colores de mis pinturas no les hacen justicia, a eso deber amos sumarle mi impericia en este momento, pues mis deseos fluyen con descaro. Y en lo que estoy pensando no podr amos llamarlo est tica pict rica.La modelo mira al techo descascarado donde antes un ventilador sab a mover el aire en los d as pesados. Tengo un deja v , como de haber formado de otra historia y de otro tiempo mientras ella mueve sus delicados ojos de pesta as negras debajo de la tela.Tal vez no pertenezco a este lugar, a esta ciudad de tejas y casas brunas, de prostitutas gastadas con anchas polleras, de bares de tablas de maderas, de olores penetrantes a pescado muerto y gatos que se comen sus tripas ensuciando sus hermosos hocicos.Tal vez pertenezco al tiempo de tu cuerpo, por donde paso el pincel descarado por el centro del hueco de tu ombligo y gimes por un instante ef mero.Yo casi no llevaba ropa en el cuerpo con este clima de caldera infernal.T solo llevabas ese velo con olor a intimidad que cae planeando al costado de mi cama que se mueve con quejas ante cada movimiento.La modelo tiene ojos de pantera, de mujer jam s sumisa, de guerrera, de diosa.Toco el canal que separa sus tetas, lo beso... lo lamo, luego lo recordar a mientras tomaba vino y tomar a m s para fijar ese recuerdo mejor.Su monte de Venus apenas est cubierto por un fino vello, mi amazona grita y me arrastra con su mano hacia l.La estructura perfecta que se esconde entre sus piernas es la prueba tangible de la existencia de un dios.Para mi no es necesario m s ch chara teol gica ni tecnicismos cient ficos sobre el ateismo y sus razones post dial cticas.Tengo la prueba viviente en contacto con mi lengua y es suficiente, no es necesario m s.La modelo mira a la pared de la habitaci n, la pared donde se apoya la cabecera rota de la cama.Mira... y goza...