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Beskrivelse
"He escuchado a mucha gente decir lo mismo mes tras mes, a o tras a o, durante mucho, mucho tiempo: "El ingl s es muy estricto en lo que se refiere al orden de las palabras." Pues bien, no es tan cierto como parece. Quiz s no tenga la misma flexibilidad del castellano que, al ser una lengua muy flexionada, permite colocar muchos elementos de la oraci n en diferentes posiciones sin que haya un cambio sustancial de significado, pero no es cierto que el ingl s no sea un idioma muy flexible tambi n. De hecho, la mayor a de las lenguas con tradici n literaria lo son, algunas m s que otras, pero todas disponen de recursos suficientes para expresar matices que, de otra forma, solo estar an en nuestros pensamientos. Son muchas las formas de que dispone el ingl s para expresar matices, bien sea a trav s del inmenso vocabulario con el que cuenta, bien sea con un uso incomparable de las preposiciones, o a trav s de la entonaci n y la cadencia propias de este idioma. Sin embargo, hay un fen meno que todo el mundo conoce desde la fase m s temprana del aprendizaje y que pocos extranjeros usan de la forma adecuada en niveles m s avanzados por desconocimiento o simplemente porque les resulta dif cil poner en pr ctica lo que han aprendido como un fen meno m s, sin darle demasiada importancia, o sin saber que en estos peque os detalles es donde se nota qui n domina una lengua de verdad, a lo grande, de la forma en que lo hacen los nativos por uso, sin tener la menor idea de por qu lo hacen en muchos casos y como nos ocurre a nosotros en espa ol, que somos capaces de hacer cambios importantes de los que nunca nos hemos percatado salvo que seamos expertos en lengua espa ola.."