Embarazo precoz en los países en desarrollo:

Los embarazos adolescentes no son sólo un problema de salud, sino también de desarrollo. Están profundamente arraigados en muchas causas, como la pobreza, la desigualdad de género, la violencia de todo tipo, los matrimonios infantiles forzados, los desequilibrios de poder entre las niñas y sus parejas, la falta de educación y el fracaso de los sistemas o instituciones que deberían proteger sus derechos. Cuando una adolescente se queda embarazada, su vida presente y su futuro cambian radicalmente, y rara vez para mejor: puede verse obligada a abandonar la escuela; sus perspectivas de empleo se desvanecen; y aumenta su vulnerabilidad a la pobreza, la exclusión y la dependencia. (UNFPA, 2013).