El Síndrome de la Revolución Libertadora

Que la sociedad argentina estuviera inmersa en el discurso religioso cat lico desde 1943 gracias a la obligatoriedad de la ley de ense anza religiosa, no tornaba inveros mil la utilizaci n del contenido religioso de parte del Justicialismo, aunque ello no justificara la suerte de revisionismo de la doctrina cristiana que causar a el enfrentamiento posterior. Per n persigui a sus opositores; tambi n la Iglesia Cat lica, cuando a trav s de sectores ultramontanos hostig la competencia de otros cultos, incluyendo la competencia oficial sobre la re-interpretaci n de cuestiones doctrinarias, a partir de precisas directivas del Vaticano sobre la defensa de valores considerados esenciales. Influyeron decisivamente las incontables obras de asistencia social y las peculiares ideas religiosas de Evita; y posteriormente, el espont neo mito popular gestado luego de su prematura muerte; tambi n los variados manejos pol ticos que condujeron a la ruptura final -derogaci n de privilegios eclesi sticos e incendios de iglesias mediante-, logrando soldarse un amplio frente opositor que instaurar a el reinado de una alianza olig rquico-imperialista, al defenestrar definitivamente al peronismo del poder.