El Salto Abismal

La expectativa es responder a la convocatoria que sucesivas experiencias de lectura han suscitado en nosotros. A partir de all pensar algunas se ales o coordenadas entrevistas en esa regi n hermen utica de tal suerte que nos sea dado habitarlas propiamente y decidan cada vez nuestra historia y destino. Con Zama de Antonio Di Benedetto presentimos que el mundo literario en acontecimiento corresponde a uno de los seis ensamblajes del ensamble del evento nombrado por Heidegger como el salto -Der Sprung-. Del desarrollo de nuestra meditaci n depende que el presentimiento de esa correspondencia sea convincente. El salto -Der Sprung- mienta la decisi n m s originaria: o quedar detenidos en las renovadas variaciones de la metaf sica cada vez m s groseras y carentes de fundamento y "meta" o resolverse a la larga preparaci n del otro comienzo. En la obra de Antonio Di Benedetto se prepara, por un lado, aquel ins lito y elevado nimo de soledad necesario para pensar la nobleza del ser. Por otro, la sabidur a para habitar la espera como historicidad siendo que no conocemos la misi n de nuestra historia. De ah que la indigencia del personaje se temple en la angustia del proyecto arrojado entre dos nihilidades: entre el desarraigo del origen y la incertidumbre del futuro. La expectativa consiste aqu en dar cuenta de una experiencia ampliamente compartida y, por lo tanto, ya inaugurada. El aporte busca referir las obras de Borges y de Cort zar a la meditaci n heideggeriana sobre las posibilidades inaugurales de otro comienzo para el pensar. Dejaremos que nos alcance la intimidad de la palabra en tanto evento-apropiador, m s ac de las representaciones usuales que tenemos a la mano. No de otra manera comprende Heidegger al esenciarse -Wesung- del ser cuando va aproxim ndose a la consideraci n del ensamble de la fundaci n -Gr ndung-. El esenciarse es el modo de hacer experiencia -Er-fahrung- del evento; es el modo de ingresar -Ein-fahren- en l y soportar lo que acaece como ser-ah y su fundaci n. Leer a Borges puede ser, ante todo, el singular ingreso a una experiencia radical del ser. Si bien se trata de la obra m s intensa y extensamente analizada; si bien su "mundo" pareciera agotar las posibilidades de la apertura; si bien hablar de Borges sea de uso corriente, su lectura seguir siendo un lugar indemne de radical experiencia para el pensar. A su vez, la lectura de Cort zar puede seguir siendo la otra gran alternativa para pensar el ensamble de la fundaci n. Si bien con un estilo diferenciado de Borges, Rayuela se aproxima ella misma a lo que Heidegger comprende como obra pensante en tanto curso -Gang procedente de gehen, andar-. Rayuela ser a a la vez un andar y un camino: un camino que anda. No dista esta sugerencia de la imagen de un r o (o de un juego) que nos va llevando por su impulso hacia lo impensado. Sobre su curso entonces querr amos entregarnos a pensar. Tenemos en el horizonte de nuestra lectura las siguientes afirmaciones. La fundaci n -Gr ndung- corresponde a uno de los seis ensamblajes que ensamblan el evento. A su vez, tres son los respectos indicados que se impone meditar: ser-ah , verdad y espacio-tiempo. El primero considera la ex-centraci n del hombre al ser-ah como fundamento, que se esencia en la fundaci n del ser humano venidero. El salto -Sprung- ser a la inauguraci n de las amplitudes y ocultaciones nunca vistas. Hacia all avanza la fundaci n del ser-ah . Sobre este fundamento del ser-ah el hombre se transforma en el buscador del ser, cuidador de la verdad del ser y el custodio de la calma del paso del ltimo dios. El segundo considera a la verdad misma como "el centro abismal que se estremece al paso del dios y de este modo es el fundamento resistente para la fundaci n del ser-ah creativo." El tercero piensa el espacio-tiempo como el abismo surgiendo y perteneciendo a la esencia de la verdad que as es fundada.