El florín negro

Umberto es un médico milanés, ya próximo a la jubilación. Por pura y simple curiosidad, investiga el origen de su apellido y descubre un lejano y noble origen toscano. Un antepasado suyo gibelino se había refugiado en 1285, en un castillo sienés, cuando el obispo de Arezzo, Guglielmo degli Ubertini, instigó una rebelión contra la ciudad de Siena que, meses después, terminó en un baño de sangre.

El protagonista, fascinado por la belleza del lugar, decide comprarse una casa cerca del castillo, ahora abandonada e inaccesible desde hace años. Abandona Milán para mudarse allí y pasar su vejez. Durante las obras de rehabilitación, encuentra, casualmente, una antigua moneda florentina, un florín de cobre, llamado igualmente florín negro. También conoce a Cesira, una clarividente, que percibe que la moneda había pertenecido a un personaje muy importante, Dante Alighieri, y que se perdió en agitadas y dramáticas circunstancias.

La novela cuenta, asimismo, la historia de Riccardo, un soldado de a pie florentino que lucha, durante el terrible asedio del castillo, al lado del joven feditore Dante Alighieri. La historia del joven Riccardo en el siglo XIII, se cruza con la de Umberto en la actualidad y, a ambos, los acontecimientos, que tienen lugar en ese castillo, cambiarán sus vidas para siempre. Tanto Umberto, como Riccardo siglos atrás, descubrirá el amor en ese mismo lugar.

Dos protagonistas de diferentes épocas, y en paralelo entre ellos, que desafían a lo desconocido descubriendo nuevas e inesperadas pasiones. Una historia de aventuras de hombres, armas y amor que se entrelaza entre la Edad Media y nuestros días.