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Beskrivelse
Ya el silencio se hab a apoderado de cada una de las estancias de la casa, tanto que a veces me costaba ir hacia all , donde hab an sucedido tantas y tantas cosas en familia.Al principio pon a la televisi n o la radio, para escuchar una voz all donde estuviese en la casa, y eso me consolaba, pero luego, me parec a tan absurdo, enga ndome a m mismo , haciendo como si estuviese acompa ado, cuando ya no quedaba nadie.Alegr as, penas y tristezas, escuchadas por cada rinc n de aquel hogar, en el que con tanto esmero siempre mi mujer hab a trabajado por mantener en orden y limpio.