El alcohol: Reflexionar antes de beber

El etanol es el componente embriagador de bebidas alcohólicas como el vino o la cerveza, producido por la fermentación de levadura, azúcar y almidón, y provoca embriaguez. En dosis bajas, el alcohol puede actuar como estimulante, induciendo sensaciones de euforia y locuacidad, pero beber demasiado en una sola sesión puede provocar somnolencia, depresión respiratoria, coma o incluso la muerte. Además de su efecto sedante agudo y potencialmente letal en dosis elevadas, el alcohol tiene efectos en todos los órganos del cuerpo y estos efectos dependen de la tasa de alcoholemia a lo largo del tiempo. Entre otros factores, en la reacción de cada individuo al alcohol influyen la edad, el sexo, la etnia, etc. Desde la sangre y el sistema inmunitario hasta la salud excretora y sexual, el alcohol afecta a todas las partes y órganos del cuerpo. El alcohol sigue siendo una elevada carga de enfermedad en la sociedad, causando discapacidad indirecta, lesiones, quemaduras, accidentes e incluso ahogamientos. El consumo excesivo y crónico de alcohol puede causar anomalías como anemia y bajo recuento de plaquetas. El alcohol también es un carcinógeno reconocido. El papel del médico es importante para identificar al alcohólico, tratar los síndromes médicos y psiquiátricos asociados, supervisar la desintoxicación, diseñar programas de rehabilitación y proporcionar asesoramiento.