Dialogo de la Lengua

MARCIO.- Pues los mozos son idos a comer y nos han dejado solos, antes que venga alguno que nos estorbe, tornemos a hablar en lo que comenc a deciros esta ma ana. VALD S.- No me acuerdo de qu cosa quer is decir. MARCIO.- C mo no? No os acord is que os dije c mo de aquello, en que hab amos platicado, me era venida a la memoria una honesta curiosidad, en la cual hace muchos d as deseo platicar con vos? VALD S.- Ya me acuerdo; no ten a cosa m s olvidada. MARCIO.- Pues nosotros, por obedeceros y serviros, habemos hablado esta ma ana en lo que vos hab is querido y, muy cumplidamente, os habemos respondido a todo lo que nos hab is preguntado, cosa justa es que, siendo vos tan cort s y bien criado con todo el mundo, como todos dicen que sois, lo se is tambi n con nosotros, holgando que hablemos esta tarde en lo que m s nos contentar , respondi ndonos y satisfaci ndonos a las preguntas que os proponemos, como nosotros habemos hecho a las que vos nos hab is propuesto. VALD S.- Si no adornarais esta vuestra demanda con tanta ret rica, liberalmente me ofreciera a obedeceros; ahora, vi ndoos venir ataviado en vuestra demanda con tantas razones, sospechando me quer is meter en cualque cosa enojosa, no s qu responderos si primero no me dec s claramente qu es lo que quer is de m .