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Beskrivelse
En la perseveranciaComprob la existencia de Dios Cuando emprend este nuevo camino, el se or trajo paz a mi vida, como ya lo hab a mencionado, pero la soluci n a los problemas no fue de un d a para otro, los problemas segu an all , mientras que aprend a me hac a libre, como tambi n ya les hab a dicho, pero de ah a que llegue el momento de la soluci n, hab a un largo trecho, y en l deber a aprender a esperar la soluci n de Dios.Menos mal que no me fui del camino, porque si no, nada de lo que ahora soy, lo ser a, ya que en la perseverancia aprend muchas cosas, y crec como persona cristiana, luego venia la salida de los problemas, pero sobre todas las cosas, conoc a Dios en ese transcurso.Cuando tenemos dificultades, queremos ya la soluci n, como en todas las cosas lo queremos ya Pero nada de esos es con Dios, porque si a m me hubiera dado en el primer d a, yo me ir a, y me habr a olvidado de l, y mi vida se perder a, y de cierto le digo, que m s adelante tendr a un nuevo dolor, que no lo podr a soportar sin Dios.En ese transcurso de estar all , creyendo en alguien que no conoc a, que solo sab a de l, porque un libro llamado Biblia dice de l, y porque una mujer lo confirmaba que as lo era. Yo trataba de entender, porque todav a luchaba con algunos contratiempos, ya que le ten a a Dios, y esas aflicciones no se iban de mi vida, y no me dejaba ser feliz completamente. Por ejemplo, los ataques de p nicos que yo los ten a, eran horribles, ya no lo soportaba, ten a miedo a la muerte, de una manera muy horrible, por las tardes ten a la sensaci n de que me fallaba el aire y mi cuerpo empezaba a temblar, y mi coraz n se disparaba. Por las noches ten a sobre saltos, pensando que me mor a, y en los lugares encerrados donde hab a mucha gente, me desesperaba, pensando que me iba a desmayar. Cada tanto, mi esposo me ten a que llevar al hospital, a las corridas, con ese ataque, que ni sab amos que era, (yo lo llamaba "la cosa") ya me hab a ido al psiquiatra, pero no encontraba alivio, y los remedios no me sanaban, a parte, antes de ser cristiana me hab a ido a muchos curanderos, pero no hab a hallado la salida, despu s de eso; conoc a Dios, pero no entend a por qu ? no me sanaba de esa fobia y eso que ya llevaba un a o de seguir el nuevo camino. Un d a cuando me encontraba harta de sufrir, le dije a Dios de todo coraz n: Se or, Se orSi en verdad exist s y si en verdad he hallado gracia a ante tus ojospor favor s name de esta cosa.Se lo implor llorando, y ya cansada, porque lo ven a sufriendo desde mi adolescencia. Un d a de esos un evangelista muy conocido en mi pa s, llega a mi ciudad, y estar a en el anfiteatro predicando la palabra. El evangelista ten a fama de curar a los enfermos, y que ocurr an milagros en sus cruzadas, as que tuve la esperanza de que l me quitara este dolor. Me fui con una amiga, y cuando el pastor iba a empezar a orar, me acuerdo que dijo esto: ─si alguien siente algo inusual alg n calor o alguna cosa parecida, no se asuste porque es la presencia de Dios que le estar sanando. yo cerr mis ojos, prepar ndome para recibir el milagro, y cuando el pastor dijo: que todas cadenas espirituales de maldad se rompan, y que todo yugo del infierno se suelte Algo extraordinario empec a experimentar, y me acord lo que dijo el pastor antes de orar, as que eso que empec a sentir, pude reconocer que era la presencia viva de Dios, y por primera vez en la vida, pude saber con exactitud que Dios verdaderamente existe. Mientras que el pastor oraba desde la plataforma, yo empec a sentir que desde la punta de mi cabeza empez a envolverme una brisa c lida, como una leve energ a. Empez envolverme en forma circular desde la puta de mi cabeza hasta la punta de mis pies, pero eso fue muy lentamente sintiendo m s en mis hombros, y un calor como el de una l mpara de calor, empez de la misma manera, desde la punta de la cabeza h