Cuentos de Cuba y del Exilio

Con estas historias quisiera llegar a la sombra de los necesitados. No me atraen las figuras estiradas, los pa uelos de encajes, ni las s banas de seda. Puedo caminar mirando al suelo sin tropezar m s que con la sed de la tierra, secar mis l grimas con servilletas de papel, y dormir pl cidamente sobre un catre de lona. A diferencia de aquellos que renuncian a vivir con alegr a cuando las penas les dejan huellas en el alma, cada d a transformo los fracasos en besos y sonrisas. Es f cil aprender a vivir con ilusiones a pesar de los desenga os.