Contranarrativas del encuentro madre-hija

También una hija necesita espacio para ser mujer. Su obediencia a la madre y a la sociedad no siempre redunda en su salvación. Cuando se siente decepcionada, intenta liberarse de la influencia de su madre para crear sus propias normas de vida. Del mismo modo, ser madre no basta; hay que elegir entre el yo y la sociedad. Las madres acomplejadas suelen ser menospreciadas por la sociedad que las corona con la maternidad. La madre que una vez fue vista como dominante, la hija se da cuenta después de crecer, que en realidad no es dominante sino dominada. La figura dominada no proporciona un modelo muy adecuado para la hija, que a su vez se ve atrapada en roles sociales conflictivos. La aplicación de la deconstrucción pone aquí en tela de juicio verdades hasta ahora proclamadas sobre madres e hijas, con la convicción de que no todo es bueno en la forma en que madres e hijas están siendo representadas en la narrativa inglesa india. En las distintas culturas, madre e hija pueden ser la misma persona. En una mujer viven ambas inextricablemente tras la constatación de que desde la cuna hasta la tumba toda mujer es esencialmente una hija convertida en madre por el patriarcado.