Contrafilosofías de la evaluación

"Contrafilosof?as de la evaluaci?n" es otra vuelta de tuerca que nos revela y recuerda la confusi?n del rendimiento con la educaci?n. Su fuerza permite una cr?tica de la raz?n evaluadora no solamente en pedagog?a sino en el mundo que estamos viviendo. Si la racionalidad del evaluar regula la escolaridad y se disfraza de ense?anza, el c?lculo, la medida, el n?mero o la letra que el juez/maestro/profesor dispone para "evaluar y castigar", citando la expresi?n del propio Facundo, muestra c?mo ciertas pedagog?as (se) rinden para la eficacia y, al hacerlo, destituyen la aventura, el deleite, el entusiasmo, el placer de pensar. Cuando m?s informaci?n, menos pensamiento. Con la tecnolog?a industrial del entretenimiento (televisi?n con 800 canales m?s las tabletas y los tel?fonos "i" que nos esclavizan en las v?as m?ltiples de la informaci?n) y sus apoyaturas institucionales, actanciales, pol?ticas y econ?micas, el raciocinio evaluador cumple sin descanso su funci?n: producir subjetividades usuarias, atontadas y adormecidas, que ya no preguntan, no piensan y entregan su alma.

Si el pulso pedag?gico formal es econ?micamente dominante, las pedagog?as sin rendici?n ense?an que la educaci?n no tiene por qu? serlo. El raciocinio evaluador es tenaz, pero no es infalible. La desobediencia epist?mica de las contrafilosof?as nos permite y permitir? retomar la m?sica y la alegr?a del pensar y del conversar, de espaldas a la racionalidad de la evaluaci?n reducida a su propio reducto corporativo. Aunque tambi?n si vemos c?mo la raz?n de evaluar es o se hace, percibiremos que su espacio-tiempo no es el de la vitalidad del discurrir y del educar.

Walter Mignolo