Complejos de cobre como agentes antineoplásicos

Los complejos de iones metálicos son compuestos más interesantes y atractivos en el desarrollo de fármacos contra el cáncer debido a su reactividad química. La posibilidad de diferentes geometrías de coordinación permite la síntesis de compuestos con una estereoquímica de lo más deseable, una combinación única y no obtenible en el grupo de los compuestos orgánicos puros. Los factores que intervienen en la estructura de los complejos de iones metálicos son el tipo de ligandos y el estado de oxidación del metal, que regula la actividad biológica de los fármacos de base metálica. El estado de oxidación suele dictar una geometría de coordinación particular. Recientemente se ha hecho hincapié en aumentar el número de complejos metálicos terapéuticos. Históricamente, los metales y los complejos metálicos han desempeñado un papel clave en el desarrollo de sustancias farmacológicas y quimioterapéuticas. En concreto, los metales pesados, denominados metales d-bloque, tienen un buen potencial citotóxico. El estudio del cobre y los complejos de cobre ha cobrado impulso en los últimos años, ya que se trata de un elemento esencial para la vida. Se incorpora a una serie de enzimas dependientes del cobre que son clave en los procesos biológicos.