¿Me deseas?

Mi nombre era Erik Ivanov. Siempre he sido un hombre muy alto y fuerte. Era el hombre m s temido de la regi n y por ese motivo he tra do esa reacci n de la gente, pero Me importaba un carajo Era el due o de muchas tierras en Rusia, y ten a negocios en diferentes pa ses tambi n. Nunca conoc a padres. Me rechazaron desde que era un beb creciendo con esa herida en mi pecho y esto era lo nico que sacaba lo peor de m a la superficie y me era imposible controlarlo. Ten a 35 a os. Era un Billonario y pensaba que mi vida era perfecta, pero estaba lejos de serlo. Jam s hab a sonre do en mi vida, ni siquiera con las mujeres que cog a, ya que no ten a raz n para hacerlo, pero todo cambi ese d a. El momento en que la conoc , a Sophia. No estaba preparado para lo que encontr . Desde instante en que v esos hermosos ojos azules, supe dos cosas. Una, mi vida nunca ser a la misma. Segundo, Sophia iba a ser m a. Lo que jam s esper era que con ella viniese algo que jam s me hubiese imaginado y que tornar a esta situaci n a algo mayor que yo mismo, pero lo aceptaba. El nico problema era lograr que esta joven mujer me amase y para eso, solo contaba con una semana.Mi nombre era Sophia. Mi vida era simple, un poco complicada pero soportable. Me era un tanto dif cil sobrevivir, pero era feliz de una manera porque ten a a mis animales, unos que me daban todo lo que necesitaba y m s. Pens que mi vida era excelente hasta que lo conoc , Erik Ivanov, el hombre m s temido en esta regi n. Un asesino, un cavern cola, una bestia. Al momento en que mir a sus hermosos ojos azules oscuros, algo dentro de m cambi inmediatamente. Ten a una apariencia de un vikingo, muy intenso, musculoso, salvaje e intimidante. Su olor a macho alfa y exquisito aroma me hizo pensar dos veces sobre lo que hab a escuchado en el pueblo. Deb haberlo sabido antes de decidir a irme con l. No estaba segura si estaba cometiendo un error o no. S lo el tiempo lo pod a decir. La nica cosa que sab a era que mi vida nunca ser a la misma. El cuento de hadas que pens que tendr a en mis libros que le a, estaba a punto de convertirse en mi peor pesadilla. Una cosa estaba totalmente segura, Erik Ivanov no era un hombre con el que se pudiese jugar. Tomaba lo que quer a. A cualquier costo. A cualquier precio. Y yo era lo que la bestia ten a en mente. Su nueva posesi n. Su nuevo juguete. Su pago. Este era realmente mi destino? Ser a mi sue o realidad o una fantas a?