Du er ikke logget ind
Beskrivelse
El anuncio de Jesucristo, su vida, su muerte, su resurrecci n y glorificaci n, es la misi n de toda la Iglesia. Cuando hablamos de Iglesia estamos incluidos todos, desde la Jerarqu a hasta los L icos. Todos los que somos llamados y convocados por el ministerio bautismal, confirmados en el Esp ritu Santo y alimentados con el cuerpo de Cristo en La Eucarist a. Desde esa perspectiva todos estamos llamados a evangelizar, esto lo dejo escrito el Papa VI. En la exhortaci n apost lica "Evangelli Nutiandi" en donde dice que "evangelizar es la dicha y vocaci n propia de la Iglesia, su identidad m s profunda" (EN, 14). Cuando nosotros proclamamos en la celebraci n Lit rgica, estamos evangelizando, al prestar nuestra voz para anunciar el mensaje de la buena nueva. El Papa Pablo VI pone en primer lugar los ministerios instituidos, que son el lectorado y el acolitado. Los Lectores, est n en la primera l nea de la evangelizaci n, entonces tenemos la obligaci n de evangelizar, el llamado es a toda la Iglesia. Y nosotros siendo parte de ella, entramos en ese llamado universal, un llamado necesario e incesante de parte de Jes s. Desafortunadamente no existe mucho material en las librer as que se halla escrito sobre el ministerio de los lectores, eso fue lo que me motivo a hacerlo. Gracias al concilio Vaticano II se empezaron hacer algunos esfuerzos. El Vaticano II: Se convirti en punto de partida para todos estos ensayos y escritos, sobre este importante ministerio en las celebraciones lit rgicas en la Iglesia. "Busco una voz" curso para lectores y proclamadores. No pretende ser un curso acabado, sino una peque a aportaci n desde mi experiencia. Solamente es uno m s de los esfuerzos que humildemente quiero presentar a los cristianos comprometidos y llamados a este hermoso ministerio. Lo que busco es animar a las personas quienes han tomado este reto, y que con la fuerza del Esp ritu Santo y la mansedumbre de nuestro Se or Jesucristo se dejaran llevar en cada cap tulo para as desarrollar y aprender a Proclamar como se debe hacer, con ese compromiso y responsabilidad, hacia el pueblo de Dios. Busco una voz, ofrece tambi n ayuda en el rea t cnica del lector, las puntuaciones gramaticales son las que al final le dan color al texto que sea proclamado. El arma que el lector tiene es su voz y por esa raz n tenemos ejercicios de pronunciaci n, que sin duda ayudar a cada uno de los que sean lectores, predicadores, catequistas y todos los que tenemos la oportunidad de hacer el uso de la palabra en la Iglesia. Adem s he insertado una breve s ntesis de cada libro de la Biblia, lo he hecho con el prop sito de que el lector o proclamador tenga una idea muy breve sobre cada libro, del que est siendo ministro cuando se pare en el amb n, frente al pueblo que espera con nsias la palabra que da vida eterna. Como dice el Evangelio seg n San Juan "le respondi Sim n Pedro: Se or, a qui n vamos a ir? T tienes palabras de vida eterna" (Jn 6,68). Estoy consciente que quedaran algunas lagunas, conf o en Dios nuestro Se or provea personas que vallan llenando poco a poco. Y l, que es misterio, nos valla revelando d a tras d a, la hermosura de su Palabra hecha carne, que puso su morada entre nosotros. (Jn 1, 14). Este libro puede ser aprovechado de varias maneras, primero ser a vivir el curso de lectores y proclamadores, ya que tiene din micas de concientizaci n que ayudan para un aprovechamiento m s completo. Adem s da la oportunidad de ir evaluando semanalmente nuestras proclamaciones dominicales o diarias, en donde hayan celebraciones los d as entre semana. Pero en donde no haya la posibilidad de dar el curso, por las diferentes circunstancias y las distancias largas, tambi n podr n seguir los pasos del libro y tratar de hacerlos. Adem s de preparar las reflexiones en las clases semanales, de la misma forma que el Esp ritu Santo les ayudar .