Alfanumerics

Cat logo de la exposici n Alfanumerics del artista Rub n Fresneda en el Auditorio Pedro Vaello, de la Casa de Cultura del Ayuntamiento de El Campello. Mareo, repetici n, confusi n. stos, son los calificativos con los que golpea Alfanumerics a todo aquel que vea este proyecto. Mareo, repetici n y confusi n son paralelamente las sensaciones producidas cuando tenemos que cumplimentar cualquier formulario administrativo. A trav s del acto de ese procedimiento administrativo estamos realizamos de forma inconsciente, un acto parad jicamente ret rico, la metonimia; la sustituci n de una cosa por otra. Nuestro yo por datos, estableciendo as una relaci n meton mico-administrativa sustitutiva. En t rminos psicol gicos, construimos nuestro yo, nuestra identidad, mediante varios factores como: el ambiente, la experiencia, las relaciones, la edad, crisis emocionales y la propia historia, principalmente. La construcci n del yo es un proceso vital que se inicia desde el momento en que somos expulsados del tero hasta que perdemos esos 21 gramos. La sociedad humana, compuesta por millones de individuos, todos con una identidad propia, se encuentran abreviados por algo que la misma sociedad ha creado, la Administraci n (tanto p blica como privada). Un ente que nos resume, nos deshumaniza y nos convierte y asigna toda una serie de c digos num ricos y alfanum ricos asociados a nuestra persona. La humanidad ha creado su ant tesis, la deshumanizaci n. Nuestra poca es la era dorada de los alfanumerics (nosotros). No hay m s que coger la cartera y ver todas esas tarjetas repletas de cifras y letras a las cuales estamos supuestamente asociados. Nuestra vida se resume del 0 al 9, y para aquellos que viven totalmente inmersos sin ser conscientes de ello, se resumen en un simple c digo binario. Del 0 al 1. Tal es ya esa inmersi n en la deshumanizadora sociedad alfanum rica que en los ltimos a os se ha producido una nueva tipolog a de delito: la suplantaci n de identidad. No hay que parecerse a la persona a la que suplantas, no hace falta ni siquiera ser del mismo g nero. No hay por qu conocer a la v ctima. Un individuo puede hacerse pasar por otro mediante la apropiaci n de la identidad administrativa. Alfanumerics es mareante, repetitivo, incluso llega a ser confuso. Todo parece igual, resulta imposible encontrarnos. Esa cascada de n meros y letras nos marea e incomoda. Para unos, es una cr tica ante esta situaci n del individuo solo frente a los gigantes administrativos, una muestra del hartazgo del negro (tinta) sobre blanco (papel). Para otros, los que ya viven inmersos, no es m s que una oda a este tiempo que nos ha tocado vivir. Con qu se queda usted?.