Du er ikke logget ind
Beskrivelse
No hab a le do la autobiograf a de Sergio Ram rez, Adi s muchachos, y acabo de hacerlo, conmovido. Es un libro sereno, muy bien escrito. Mario Vargas Llosa, Piedra de toque, El Pa s. Una novela del ganador del Premio Cervantes 2017. Con la p rdida de las elecciones generales en 1990, el proceso iniciado por la revoluci n sandinista contra el dictador Somoza en 1979 se detuvo en seco, y con l tambi n se difuminaron los sue os, anhelos y esperanzas de cientos de miles de ciudadanos que participaron en aquel proceso transformador. Sergio Ram rez, miembro de la dirigencia revolucionaria y vicepresidente en la f rmula con Daniel Ortega, fue testigo excepcional de una utop a que se extendi m s all de las fronteras nicarag enses. Adi s muchachos es la memoria de una generaci n que luch por unos ideales de rebeld a comunes, y que, si bien no pudo ver cumplidos todos sus objetivos de justicia, riqueza y desarrollo, siente el orgullo de haber tra do la democracia a su pa s, Nicaragua, cuando las ideolog as parecen desvanecerse. Esta edici n lleva un nuevo pr logo del autor, que pone en perspectiva sus reflexiones cr ticas tras el regreso al poder del Frente Sandinista, con el propio Daniel Ortega a la cabeza. ENGLISH DESCRIPTION "Beyond the ideologies, Goodbye, Fellows holds the interest of that which is authentic and honest." -Carmen Rodriguez Santos, ABC After losing the general election in 1990, the process started by the 1979 Sandinista Revolution against the Somoza dictatorship was stopped in its tracks, and with it faded the dreams, desires, and hopes of hundreds of thousands of citizens who participated in that tranformative process. Sergio Ram rez, member of the revolutionary leadership and vice president along with Daniel Ortega, was an extraordinary witness of a utopia that extended beyond the Nicaraguan border. Goodbye, Fellows is the memory of a generation who fought for the ideals of common rebellion, and who, even if they could not see all of their objectives for justice, riches, and development come true, feel pride for having brought democracy to their country, Nicaragua, when ideologies seemed to dissipate.