Abordar las desigualdades de género a través de la educación

Las dinámicas de poder en el seno de las familias, las comunidades y las sociedades son a menudo cambiantes y pueden modificar la situación de las mujeres y los hombres. En estos contextos, las necesidades educativas cambian y a menudo se ponen de manifiesto diferentes barreras para los chicos y las chicas, que suelen sufrir mayores desventajas. Ser consciente de estas dinámicas de género y comprender las limitaciones sociales ayudará a garantizar que las desigualdades de género no se amplíen en tiempos de crisis.En contextos de crisis, un sistema educativo sensible al género es crucial para garantizar que los alumnos y alumnas de todas las edades tengan acceso a oportunidades educativas de calidad, pertinentes y protectoras.Esto significa que las necesidades y aspiraciones de todos los alumnos, profesores y miembros de la comunidad - mujeres, niñas, niños y hombres - deben integrarse en la programación y la elaboración de políticas.La educación de calidad para todos es un derecho humano fundamental, un mecanismo de protección y un catalizador para el desarrollo personal y social.