El siglo XIII y el alma como concepto filosófico y teológico

Este trabajo pretende contribuir a analizar la influencia de la filosofía y la teología en el siglo XIII y cómo el concepto de Alma se fundamentó durante este periodo, especialmente en Tomás de Aquino, interfiriendo con el pensamiento platónico y aristotélico. El concepto del Alma se ha fundamentado en los clásicos de la filosofía, inquietando incluso a los grandes pensadores de la historia de la filosofía. Platón, en su diálogo titulado Fédon, plantea el problema de la inmortalidad del alma. Aristóteles pensaba que el alma estaba presente dentro de los seres animados, es decir, el hombre, los animales y las plantas, aquello que poseía el principio del movimiento, interconectada con las cosas que vivimos, sentimos y pensamos, teniendo una unión muy fuerte con la conservación de la vida. La cuestión es comprender ¿por qué el Alma está totalmente ligada al cuerpo para las ideas tomistas? El alma se convierte así en la forma substancial del cuerpo, que es substancia, teniendo competencia para subsistir, no necesitando del cuerpo para ser. El cuerpo de los seres vivos es una gran fuente de especulación para los estudiosos, que tienden a explicar comportamientos que a menudo no son revelados por la ciencia o la religión.