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Beskrivelse
El lunes de Carnestolendas de 1861 -precisamente a la hora en que Madrid era un infierno de m s o menos jocosas y decentes mascaradas, de alegres estudiantinas, de pedig e as murgas, de comparsas de danzarines, de alegor as empingorotadas en vistosos carretones, de soberbios carruajes particulares con los cocheros vestidos de domin , de mujerzuelas disfrazadas de hombre y de mancebos de la alta sociedad disfrazados de mujer; es decir, a cosa de las tres y media de la tarde-, un elegante y gallardo joven, que guiaba por s propio un cochecillo de los llamados cestos, atravesaba la Puerta del Sol, procedente de la calle de Espoz y Mina y con rumbo a la de Preciados, haciendo grandes esfuerzos por no atropellar a nadie en su marcha contra la corriente de aquella apretada muchedumbre, que se encaminaba por su parte hacia la calle de Alcal o la Carrera de San Jer nimo en demanda del Paseo del Prado, foco de la animaci n y la alegr a en tal momento...