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Beskrivelse
Cuando pensamos en avivamiento, autom ticamente viene a nuestras mentes el tremendo avivamiento que experiment la Iglesia primitiva. Aquellos anegados, comprometidos y fieles seguidores de Cristo, que fueron llenos del Esp ritu Santo en el d a de Pentecost s. Floreci un maravilloso despertar espiritual, el evangelio se extendi por todo el mundo de entonces conocido y decenas de miles de almas inconversas se convirtieron al Se or. Pero si nos empe amos en seguir hasta el mismo brote del agua del manantial, all nos encontraremos a Cristo. l es quien bautiza con Esp ritu Santo y fuego (Jn. 1:33). Conoceremos c mo vivi y proclam avivamiento el mismo Jes s, nuestro Maestro y Se or. Como es bien conocido, los Evangelios narran de una forma extraordinariamente cristalina el mover del Esp ritu Santo en Cristo. Como dijo el ap stol Pedro: "C mo Dios ungi con el Esp ritu Santo y con poder a Jes s de Nazaret, y c mo ste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con l. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jes s hizo en la tierra de Judea y en Jerusal n..." (Hch. 10:38, 39). En este libro se presenta a Cristo como nuestro paradigma perfecto en todo avivamiento. l es nuestro modelo a seguir, en esta parte final de los postreros d as (Jn. 14:12).